BUSQUEMOS EQUIDAD


La Mujer como parte de un Género, ha demostrado que funge un rol importantísimo dentro de nuestra sociedad. Si bien es cierto que durante muchos años se le estereotipó como sexo débil con capacidades limitadas, en función de que podía solo engendrar y amamantar a los hijos; cumpliendo también un con un rol espacial en lo referente a su casa y familia. Sin embargo, aunque ella misma desconocía sus propios derechos humanos, el simple hecho de tener la capacidad de gestar una vida, ya la hacía merecedora de un espacio social con garantías individuales y que se le tomara en cuenta su capacidad intelectual y física de forma incluyente, más no excluyente.

En algunos países, la Equidad provoca un cambio personal, familiar y social, es así como la vida va cambiando de forma radical en el entorno mujer-familia. Ahora las mujeres juegan un papel elemental ocupando altos puestos dentro del gobierno y en el sector privado, incluso pasando por encima de algunas decisiones arbitrarias de los hombres en cuanto a su capacidad intelectual; demostrando así no solo su intelecto, sino su capacidad en la toma de decisiones en el manejo de personal, en la Administración y en la Dirección, así como en la inmediata resolución a los problemas.

Tal es el caso, que en un alto porcentaje la Mujer representa el sustento familiar no como complemento, si no como proveedora única sin que en esto merme sus responsabilidades como Ama de Casa, más por el contrario, ha sabido implementarse en ambas cosas como Madre-trabajo-casa.

No obstante, en otro escenario que sucede cuando lejos de ser un apoyo familiar, se convierte en una necesidad básica para un hogar, integrado por una familia compuesta de Padre, Madre e hijos; es aquí cuando la mujer deja de ser un complemento y pasa a ser necesaria cuando en ella recaen, no solo problemas familiares y de hogar sino un apoyo económico que lejos de ser compartido, con el paso del tiempo se convierte en una responsabilidad y una obligación, no es que sea incorrecto el apoyo al sustento familiar, por el contrario la mujer busca un bienestar común familiar. Pero, es aquí donde el hombre pierde su capacidad de compartir ya que comienza a buscar desahogos a su frustración de ver como la mujer comienza a ser autónoma con capacidades mayores, aún por encima de las de él, es entonces, cuando comienza a creer que se está afectando su hombría sintiéndose incapaz de ser el proveedor principal y hombre de la casa.

Debido a que la mujer ahora en la sociedad juega un rol importante, en algunos casos el hombre siente sobre sus hombros el peso de este cambio y la gran capacidad de la mujer y que aún, él no está educado ni preparado cultural y emocionalmente para soportar que la mujer intelectualmente sea superior, ya que no tolera una situación de equidad porque están acostumbrados a ser "el sustento principal y hombre de la casa"; es entonces cuando buscan roles enfocados según la educación proporcionada en donde la educación familiar radica que él es Padre y el proveedor.

Por otra parte, para la mujer trabajadora y emprendedora es frustrante apoyar y no sentirse apoyada por la pareja y por la sociedad misma como tal. Es por eso que busquemos equidad de género como familia, como sociedad y como país, debemos asumir roles que nos permitan crecer como seres humanos. Solo así lograremos un avance de crecimiento integral como mujer perteneciente a una sociedad y como nación; caminemos de la mano para construir y afrontar un futuro prometedor como personas.


Finalmente, cabe mencionar que, aunque los roles de género varían de una sociedad a otra, teniendo en cuenta los factores culturales, religiosos y de raza, la mujer como elemento fundamental en la reconstrucción de un espacio económico, político, social y cultural ha continuado con una lucha que inició desde hace ya varias décadas con un avance importante logrando ganar y ocupar espacios por su lucha y perseverancia, dando todo de sí misma para beneficio propio, de su familia y su país.

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